Estar lejos de casa. Volver después de un tiempo y encontrarlo todo tal y como estaba. Reconfortarte en los ecos de las calles que alguna vez cru- zaste tan a prisa. Un lugar que sientes como tuyo, donde poder volver bajo cualquier circunstancia: la pintura.

A veces me gustaría dejarlo todo: los legajos y los lomos de los libros, las pá- ginas en blanco de un documento Word sin licencia, las ideas y los concep- tos, mi avatar virtual. A veces me gustaría dejarlo todo y ponerme de nuevo el mono de trabajo. Agarrar el rulo con fuerza inusitada. Alcanzar la perfección en el trazo como un maestro de esgrima que pasa toda su vida buscando el movimiento perfecto. Mancharme las manos. Mancharme todo. Secar el su- dor de mi frente y reconocerme en el espejo salpicado de colores. En los ve- ranos pintaba. Pintaba colegios y casas. Encalaba paredes. Así sobrevivimos.

Volver al principio y encontrar el centro. Reinventarnos sólo es una excusa para volver al lienzo y disfrutar con cada trazo. Dejar cada trozo de nosotros en el ladrillo visto o en la tela. Hundir nuestros cimientos en ese lugar que siempre estará allí para acogernos.

_Chapa y pintura es una exposición que retoma los medios tradicionales de producción artística como esos lugares que no pueden ser agotados, que ofrecen resistencia a ser categorizados o delimitados y que siempre produ- cen nuevas formas y experiencias. Esta muestra es un reconocimiento de que la pintura, sea cual sea su condición, siempre ha estado ahí. No un retor- no o una vuelta, sino el recuerdo de una forma de hacer arte que no puede abandonarse.

Chapa y pintura es lo que cabe responder ante las preguntas ¿qué es la pin- tura? ¿cuáles son sus límites? En este preguntarnos sin respuesta es donde justamente encontramos el apoyo que nos permite seguir avanzando. Hacer- lo desde este lugar, un antiguo taller de chapa y pintura, posibilita nuevas lec- turas. La exhibición se despliega en un espacio que guarda en su memoria la función de producir, reparar y matizar; trabajar al fin y al cabo. La importancia del proceso, la fuerza creadora del trabajo y el vínculo directo del artista con la obra son los conceptos fundamentales con los que acercarse aquí a la pintura.