Tu amor es un periódico de ayer
Y como dice el coro de esta conocida canción, interpretada por Héctor Lavoe: “… y para qué leer un periódico de ayer…”, nos preguntamos, quizás con ese mismo desdén, para qué o con qué sentido recordamos el pasado.
Como un periódico de ayer nos vienen las imágenes de esta muestra de Paul Amundarain, quien realizó esta serie hace dos años y que se presenta en este momento para dialogar en dos tiempos no tan distintos, al parecer. Las piezas están cargadas de recuerdos y que sin duda todo venezolano puede identificar, porque, por más que queramos o no, el Miss Venezuela es un episodio que ha calado en el imaginario social e idiosincrasia de este país.
La muestra está conformada por las imágenes intervenidas de diferentes misses, las más conocidas debido a escándalos o que han sido noticia durante o después de su coronación. Sus rostros, principal identificación, son distorsionados, fragmentados, quebrados, formando composiciones geométricas, coloridas, con efectos cinéticos, donde Amundarain usa retículas de obras de maestros cinéticos venezolanos, tratando de acentuar o establecer, como él lo señala, “una relación entre un fallido proyecto moderno y un estancamiento en las artes visuales venezolanas”.
El Miss Venezuela y las misses han sido tomados como representación, como imagen, como bandera de este país. ¿Qué más distorsionado que eso? Las imágenes de esta muestra es una reiteración, de un hecho de por sí ya distorsionado y que vuelven a colación una y otra vez, dando cabida a cualquier reinterpretación de esta realidad socio-política-económica venezolana.
Lo que no es un periódico de ayer, es la noticia de posible corrupción y red de prostitución en el certamen, donde nombres de empresarios y personajes políticos del actual gobierno, figuran como involucrados de este turbio caso. La Organización Miss Venezuela, aquella que ha funcionado durante 65 años y que tiene en su haber 7 coronas Miss Universo, 6 coronas de Miss Mundo, 6 de Miss internacional, otros tantos títulos y hasta un récord Guinness, está bajo investigación y ha cesado sus actividades hasta esclarecer todos los rumores.
En medio de todo esto la imagen tiene la posibilidad de cuestionarse desde sus elementos y lenguaje plástico, reiterando, reinterpretando los tiempos, el pasado, las historias. Aunque varios artistas han confrontado y reflexionado sobre los tiempos modernos de nuestra Venezuela, la realidad también sigue hablando por sí sola y este es uno de esos casos.
Mientras tanto, en el fondo sigue sonando el coro: “… y para qué leer un periódico de ayer…”.
Marilyn Fernández*
*Licenciada en Letras Mención Historia del Arte, Universidad de Los Andes (Mérida-Venezuela). Integrante del Grupo de Investigación Bordes, Fundación Cultural Bordes (San Cristóbal-Venezuela) en el área de los estudios visuales, arte y cine. Ha trabajado en proyectos expositivos en carácter de investigador, curador y museógrafo. Coordinadora de Educación, Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (Maracaibo-Venezuela) desde el año 2016 hasta la actualidad.
“PostPreterito: Una selección¨
“….a nivel formal, la obra de Nela Ochoa comporta ese carácter de adelanto para su momento, también guarda en sus deliberaciones conceptuales un aspecto profundamente visionario; ya que en los reveses de cada video, de cada elaboración, de cada formato, de cada puesta en escena y finalmente de cada imagen, respiran las pulsaciones de una mirada atenta a los avatares de lo humano, a esas verdades que navegan por debajo del simulacro, como nodo cardinal de las problemáticas más agudas en nuestra historia reciente: semblanzas subterráneas de un mundo remendado a destajo por las ilusiones del progreso. Su obra es, en esencia, una gran pregunta sobre nosotros mismos, existencia y cadencia de una soledad que encuentra en las poéticas del detrirus, en las anclas de lo imaginario y en los escalones difusos de lo supuestamente fantástico, las geodesias trashumantes que deshilvanan ese nudo definitivo, ese mismo que agota y trasciende las reflexiones de la humanidad frente al peligro potencial que, desde siempre, ha significado el hombre para sí mismo.”
Extracto del Texto de Lorena Gonzalez para la exposición PostPretérito
Secuencias Expansivas
Andrea Siervo
Una línea huérfana parece aislada y sin contexto, pero junto con otras crea piezas armónicas que tienen valor por sí mismas; es esta globalidad formal presente en las obras de Andrea Siervo la que incorpora el espacio del espectador y su desplazamiento frente a la obra. Líneas generadoras de luces y reflejos, que se completan con la presencia del que mira, y que en su recorrido flexibiliza lúdicamente la obra, para descubrir que la repetición es un espacio lleno de posibilidades.
Andrea utiliza líneas de fuerza y tensión que dictan las leyes del campo perceptivo a las que se ciñen las formas, líneas, colores y espacios, creando una relación dinámica que los transforma en fuerzas perceptuales. Sus obras son una fusión de técnicas y gestos en los que se pueden apreciar influencias de su formación como arquitecto: Capas y capas de material fragmentado, de una praxis sin principio ni fin, se sienten como una superposición de tiempos y de espacios que nos invitan al movimiento.
De la práctica fragmentada y repetitiva de Andrea, se desprende un sentido de totalidad que parece presente también en los agujeros de una realidad cada vez más inestable y cinética, un discurso estético que se sitúa en lo fragmentario para coexistir con un nuevo sentido de totalidad, uno fluido, cambiante, conexo y abierto.
Secuencias Expansivas es el punto de partida de la artista quien parece proponer con cada una de sus obras que el todo fuese algo más y distinto de la suma de sus partes.
Maria Bilbao·Herrera
Artista/Investigadora/Educadora
Caracas 010518
Inmensidad Singular
El optimismo existe; ¿pero donde esta ahora?
¿Después de las barreras? ¿En la copa de un árbol? ¿O paseando en la inmensidad del cielo, dibujando pistas ayudadas por las nubes, para así encontrarme y seguir adelante?
No hay referencias para ubicarse en el espacio. El norte puede ser cualquiera; yo me lo imagino, lo creo y continúo. No bastando eso, las paredes se interponen haciéndose altas, anchas, a veces infinitas; es un laberinto difícil de descifrar, difícil de atravesar. La incertidumbre genera infinitas sensaciones.
El optimismo existe; ¿pero donde esta ahora?