Presentar argumentos múltiples válidos para demostrar la influencia del campo de lo vivido llevan a un artista a un gran reto, componer historias visuales genuinas que denoten su síntesis, esto requiere de una percepción estructurada sobre todo en el mundo actual.
Podemos hablar de estructura en cuanto su significado no es más que la disposición o modo de estar relacionadas las distintas partes de un conjunto, estas partes se traducen en símbolos, signos, códigos, referentes, parte de una investigación que la genera, las influencias que el artista le importan, lo conmueven, le preocupan o sencillamente le gustan, así se produce un lenguaje que fabrica la síntesis artística. El trabajo que a continuación presenta FAUSTO AMUNDARAIN para esta muestra individual suma varias líneas de estructuras diversas entre las cuales toma de influencias múltiples como los iconos infantiles, diversas tendencias artísticas, observación de las ciudades, la información escrita ya una vez fragmentada creando obras en las cuales composiciones y en otros casos volúmenes ortogonales juegan de forma contundente, permitiendo observar su necesidad de componer líneas paralelas de lectura. Por otro lado, una suerte de violencia simbólica como diría Pierre Bourdieu, observando las relaciones sociales de la dominación, evidenciadas en la necesidad del desgaste que propone en sus obras sobre o debajo de su misma geometría. Esta percepción la vemos de forma psicóticamente repetida, observación cotidiana en sus influencias de elementos visuales y tangibles que extrae con paciencia única denotan la política, la economía, el consumo manipulado ofreciendo en la imagen saturada y modificada criterios digeridos de información, unida a impactos de color de primera fuente, como aquellas imágenes que se quedan grabadas y que al encontrar alguna parecida a las registradas en nuestra mente como tesoros, rememoramos de manera sublime en los recuerdos sostenidos, definiendo sentimientos específicos alegría, tristeza, desprecio, deseo, belleza seductora, brindándonos esa alternativa de observar su abecedario visual y nos conecta con nuestros momentos de reflexión que construyen nuestra psique. Comunicación directa.
La ciudad queda evidenciada como epicentro de su investigación y no como una línea arquitectónica sino como un esquema informativo masivo, de allí parte la necesidad de colocar a esta muestra este título directo y a la vez opuesto FRAGMENTO MASIVO. ¿Cómo un fragmento puede ser masivo? Si efectivamente, en esta exposición dada la imagen múltiple que Amundarain propone utilizando el pequeño cubo pleno de color y valores, componentes fundamentales de su estructura individualizadora, entre otros recursos, construye en sí mismo una historia autónoma que paralelamente ya está colateralmente relacionada con otro cubo o elemento de diverso valor informativo, llevándonos a miles de historias que están separadas por milímetros manteniendo en cada uno su información plena, inmodificable y con definición propia, ciudad de información. Hay algo en este trabajo que se relaciona con esa permanente idea contemporánea liberadora y ya arraigada que nos dice la psicología contemporánea, cada proceso por la sanidad de la humanidad, debemos observarlo por separado, no debemos unir las situaciones, como una religión en la persistencia vivencial, manteniendo de esta forma la cordura, nuestro abordaje debe ser por fragmentos que construyan una relación hombre mundo para cada situación presentada, de forma paralela, y así codificarla, entenderla y superarla. ¿Es así el ser humano contemporáneo? Reflexión oportuna.
GABRIEL GUEVARA JURADO
CURADOR
HISTORIADOR DEL ARTE MUSEOLOGO.
CIV 6.308.706
20 DE OCTUBRE DE 2016